Desde IU Extremadura reiteramos nuestra solidaridad con el pueblo palestino, pedimos el alto al fuego y el fin del genocidio, apartheid y colonialismo israelí sobre Palestina.

Desde la madrugada del sábado 7 de septiembre estamos siendo testigos de la enésima escalada en el conflicto que se lleva desarrollando desde hace 75 años en Palestina. Una escalada agravada por las últimas declaraciones del ministro de defensa israelí, Yoav Gallant, en las que ordena  el asedio total sobre la Franja de Gaza y el corte de los suministros de electricidad, gas y alimentos.

Estas medidas suponen una clara vulneración de los artículos 55 y 56 del convenio de Ginebra relativo a la protección debida a las personas civiles en tiempo de guerra. El artículo 55 de dicho convenio es claro en lo que respecta al abastecimiento de la población civil: «En toda la medida de sus recursos, la potencia ocupante tiene el deber de abastecer a la población en víveres y productos médicos; deberá, especialmente, importar víveres, medicamentos y cualquier otro artículo necesario cuando sean insuficientes los recursos del territorio ocupado». El artículo 56 señala que «La potencia ocupante tiene el deber de asegurar y mantener, con la colaboración de las autoridades nacionales y locales, los establecimientos y los servicios médicos y hospitalarios. Nada de eso se está garantizando en Gaza, un territorio que se ha convertido, desde hace mucho tiempo, en una enorme cárcel al aire libre en la que viven hacinados 2’4 millones de palestinos y palestinas, sin acceso a las mínimas condiciones y servicios que permiten una vida digna y que ha generado una situación de emergencia humanitaria. 

La ocupación israelí ha impuesto un bloqueo por tierra, mar y aire sobre la Franja de Gaza desde el año 2007, un apartheid que ha generado una situación de emergencia humanitaria. Gaza es un territorio de dimensiones reducidas donde se hacinan millones de personas y que ya ha sido declarado por la ONU como ‘inhabitable’ por la imposibilidad de acceder a recursos básicos para la vida. 

Hasta el 25 de octubre, el número de víctimas mortales de la embestida israelí contra la Franja de Gaza ha superado las 6.500 víctimas, con 17.439 heridos. La mayoría de estas víctimas han sido mujeres y niños, con 2.704 niños entre los muertos. El 42% de los edificios de Gaza, entre los que se encuentran escuelas, estructuras civiles, hospitales y panaderías, han sufrido una gran destrucción. Muchos civiles permanecen bajo los escombros debido a la falta de equipamiento y combustible. Al menos 870 niños están desaparecidos y se teme que estén atrapados bajo los escombros de los edificios derrumbados. 

Más de 1,4 millones de personas en Gaza, casi la mitad de la población de la Franja, han sido desplazadas por la fuerza. Aproximadamente 580.000 están refugiadas en instalaciones de emergencia designadas por la UNRWA, superando su capacidad. El hacinamiento ha puesto a prueba los recursos, incluidos los alimentos, el agua y los suministros médicos. El colapso de los hospitales ya ha sido declarado, teniendo que atender a las víctimas de los bombardeos en los suelos y pasillos. 12 de los 35 hospitales en Gaza ya han sido totalmente destruidos, lo que supone un tercio de las infraestructuras sanitarias. La salida de la Franja de Gaza es imposible, solo hay abierto un paso, el paso de Rafah, controlado por Israel, en la frontera con Egipto, por donde entran unos 15-17 camiones con agua y alimentos al día sí Israel lo permite, insuficientes para abastecer a toda la población de la Franja de Gaza, donde se calcula que se necesitan, mínimo, unos 100-200 camiones al día. Sumado a que la salida de población palestina por este paso está prohibida por lo que no hay opción posible de huida. 

Amnistía Internacional y Human Rights Watch han confirmado que las fuerzas de ocupación israelíes emplearon proyectiles de artillería con fósforo blanco en zonas civiles densamente pobladas de Gaza. El fósforo blanco, un arma prohibida internacionalmente, arde a temperaturas extremadamente altas cuando se expone al aire, y puede seguir quemando dentro de la carne, dejando lesiones de por vida. 

Ante todos estos 75 años de genocidio, expulsión, robo de tierras por parte de los colonos israelíes, torturas, agresiones, los más de 5000 presos palestinos, entre lo que se encuentran niños, encerrados en cárceles israelíes sin cargos ni derecho a juicio, recordamos el derecho a la resistencia mediante todos los medios a su alcance que tienen los pueblos bajo ocupación, tal y como le ocurre al pueblo palestino desde hace 75 años. El derecho a la resistencia de los pueblos oprimidos y colonizados está amparado por el derecho internacional.

Desde IU Extremadura hemos asistido y seguiremos asistiendo a las diferentes concentraciones ciudadanas organizadas en solidaridad con el pueblo palestino donde animamos a nuestra militancia y simpatizantes a que se unan a las próximas concentraciones.

Por todo ello, IU Extremadura: 

Se suma a las exigencias para que el Gobierno de España medie a nivel internacional para poner fin a la genocidio y a la continua ocupación que ha declarado Israel contra el pueblo palestino, además del alto fuego en esta escalada y la puesta en marcha de corredores humanitarios en la Franja de Gaza. Así como la petición de llevar a todos los responsables del Estado de Israel a la Corte Internacional de Justicia para ser juzgados por crímenes de guerra y lesa humanidad. 

Muestra su solidaridad y apoyo a los palestinos y palestinas que viven en los territorios ocupados, en Gaza, en Cisjordania o en el exilio, como consecuencia de la ocupación que lleva ejerciendo el Estado de Israel desde hace 75 años. 

Exigimos la recuperación de las tierras ocupadas a Palestina, exigimos la liberación de todas las presas palestinas, el fin del colonialismo e imperialismo del estado de Israel a Palestina y el derecho al retorno de las familias palestinas que fueron y han sido expulsadas de sus casas.

Por eso, y como solo el pueblo salva al pueblo, les hacemos llegar desde toda Extremadura, toda nuestra solidaridad al pueblo palestino. ¡No es una guerra, es un genocidio!

¡Viva Palestina libre! ¡Del río al mar, Palestina vencerá!

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