
Con el embalse y acuíferos llenos, las autoridades deben plantearse una nueva gestión del agua que garantice el futuro
Durante años, la gestión del agua por parte de la Mancomunidad de Tentudía ha sido nefasta por su falta de previsión, planificación deficiente y escasa inversión en infraestructuras clave.
Durante años, la gestión del agua por parte de la Mancomunidad de Tentudía ha sido nefasta por su falta de previsión, planificación deficiente y escasa inversión en infraestructuras clave. En lugar de anticiparse a los efectos del cambio climático y la creciente presión sobre los recursos hídricos, la Mancomunidad ha tomado decisiones cortoplacistas, priorizando intereses inmediatos sobre la sostenibilidad (piénsese por ejemplo en el proyecto de Kayak con el embalse ya escaso de agua).
La sobreexplotación de acuíferos, el abandono de las redes de distribución con fugas, la ausencia de una política clara de ahorro y de la aplicación de tecnologías más eficientes son sólo algunos de los fallos que agravaron la reciente crisis hídrica que ha vivido nuestra zona.
Mientras las reservas se vaciaban, la población percibíamos una administración más reactiva (reaccionando a los acontecimientos) que proactiva (anticipándose a ellos tomando el control de la situación), incapaz de implementar soluciones estructurales. Sólo ahora, con el embalse y acuíferos llenos gracias a un ciclo inusualmente lluvioso, se abre una nueva oportunidad para cambiar el rumbo. Ante esta nueva situación, las autoridades deberían tomar medidas para optimizar el uso del agua y prepararse mejor para futuros ciclos de sequía y así se lo hemos pedido a la presidenta de la Mancomunidad de Tentudía en el último pleno mediante preguntas formuladas.
Entre las principales accio- nes se debería, no sólo reforzar las infraestructuras de almacenamiento y distribución invirtiendo en canales y sistemas de bombeo para mejorar la eficiencia del transporte del agua (que por supuesto), sino también minimizar pérdidas por filtraciones y evaporación; tomar medidas para incentivar el ahorro y el consumo responsable incluso en tiempos de abundancia; promover ayudas en el sector agrícola-ganadero para modernizar y asegurar una producción eficiente sin comprometer los recursos hídricos, promover campañas educativas y de concienciación para fomentar el uso racional del agua en hogares y empresas (recordando que la abundancia actual es una oportunidad, no una excusa para el derroche) y, sobre todo, invertir en la reutilización del agua.
Con esta visión preventiva, la Mancomunidad de Tentudía debería buscar transformar esta etapa de bonanza en una base sólida para un modelo hídrico más adaptado y sostenible. ¿Piensan ustedes que la actual dirección actuará con raciocinio, o seguirán despilfarrando el dinero público en sueldos desorbitados (como el de la Presidenta) y en proyectos absurdos (como el millonario PaP)?… Ya veremos.