IU Badajoz considera que si el alcalde quiere mejorar la vida de los barrios de la periferia de badajoz debe crear comedores y otros servicios sociales de carácter público en dichos barrios
Si quiere mejorar la vida de las personas que viven en determinados barrios de la ciudad, debería crear estos servicios con gestión y fondos públicos, no expulsar a organizaciones privadas que prestan este servicio en el casco antiguo de manera efectiva desde hace décadas, defienden desde la formación de izquierdas.
Dos días ha tardado el alcalde Gragera en responder a la denuncia realizada el pasado martes por Izquierda Unida Badajoz y publicada en diversos medios de comunicación, sobre la intención del consistorio de trasladar a la periferia los servicios de comedor social que se ubican desde hace años en el casco antiguo de nuestra ciudad. Dos días para echar balones fuera y para decir que los medios que se hacen eco de la denuncia hacen ruido interesadamente, a la vez que acusa de mentirosas a las organizaciones que ofrecen el mencionado servicio, asegurando que ninguna de ellas han expresado objeciones a su traslado y que nuestra formación política miente, que no buscamos más que “politizar” la política (que tiene bemoles la cosa), para enfrentar a la ciudadanía con su ayuntamiento.
IU Badajoz considera que es el alcalde quién miente diciendo que las organizaciones que gestionan los comedores sociales no se han manifestado en contra de la medida, cuando desde el primer momento se han mostrado meridianamente claras en este asunto: no piensan abandonar el casco antiguo. Así lo han dejado claro cuando los medios les han preguntado y así se lo han trasladado a los responsables de servicios sociales en estos encuentros, desde el minuto cero. Como denunciamos hace unos días, y nadie ha podido negar, estas reuniones se han mantenido y los argumentos que desde el consistorio se han esgrimido para defender la propuesta han criminalizado la pobreza y a quién la sufre. No somos nosotras y nosotros quienes mentimos, señor Gragera.
Hay que acercar estos servicios a su hábitat, defendía la portavoz municipal a preguntas de la prensa el pasado martes. Causa sorpresa escuchar estas palabras en boca de nuestros gobernantes, que hasta ahora habían defendido, al menos de boquilla, que en Badajoz no hay barrios de primera y barrios de segunda. Ahora resulta que no solo es que existan esos barrios de segunda para el ayuntamiento, que es algo que ya sabíamos, sino que además, necesitan de recursos y servicios específicos para combatir su situación de dejadez. Bienvenido señor Gragera, a este nuevo marco argumental en el que reconoce los hechos que llevamos años denunciando: que el ayuntamiento del PP no trata a todas las barriadas por igual.
Por eso no tiene sentido que el señor Gragera diga que esta medida la toma para mejorar la vida de estas personas allá dónde viven. No nos lo creemos. No olvidemos que a quienes pretende desalojar del casco antiguo, son organizaciones privadas. Si desde el ayuntamiento de Badajoz han detectado carencias con mapas de calor de aumento de usuarios de estos servicios en barrios de la periferia, y tanto les preocupa la situación de estas personas, debería poner en marcha en esos barrios programas específicos de comedor social, ropero, centros de día, albergues, o cualquiera de los recursos que se pueden ofrecer desde la administración pública, tal y como sucede en muchos municipios de España. Por eso es falsa la preocupación de Gragera por estas personas y con estos barrios, porque el Ayuntamiento no piensa, ni por asomo, crear estos servicios de gestión pública. Solo quiere obligar a los comedores que ya funcionan de manera eficaz y que además son privados, a trasladarse a estos barrios, quieren volver a crear guetos en la ciudad.
La mayoría absoluta que le otorgaron las urnas el pasado mayo están convirtiendo al alcalde en un sátrapa. Un gobernante sin escrúpulos y sin vergüenza ninguna a la hora de señalar y responsabilizar a las personas más débiles de nuestra ciudad. Desde IU Badajoz creemos que este tipo de actuaciones y decisiones a espaldas de la ciudad y sus barrios, que el PP ha desplegado en Badajoz durante 30 años, son las que de verdad enfrentan a la ciudadanía con su ayuntamiento, no la denuncia que se haga desde una formación política de una decisión política.