ActualidadComisión de Educación, Ciencia y Formación ProfesionalEducaciónIntervenciones Asamblea de ExtremaduraUniversidad

Joaquín Macías denuncia la infrafinanciación de la Universidad de Extremadura mientras la Junta perdona impuestos a los más ricos y blinda el negocio de las universidades privadas

En la Comisión de Educación, Universidad y Formación Profesional celebrada este 20 de febrero, el diputado de Izquierda Unida y portavoz de Unidas por Extremadura, Joaquín Macías, denunció la grave situación financiera que atraviesa la Universidad de Extremadura (UEx) y exigió al gobierno regional que garantice una financiación adecuada para su funcionamiento.

En la Comisión de Educación, Universidad y Formación Profesional celebrada el 20 de febrero, Joaquín Macías, diputado de Unidas por Extremadura y coordinador de Izquierda Unida Extremadura , denunció la situación crítica de la Universidad de Extremadura (UEx), que acumula un déficit de 15 millones de euros desde 2019. Esta cifra, determinada por los propios sindicatos universitarios, evidencia la falta de compromiso del gobierno regional con la educación pública.

La Universidad de Extremadura arrastra un déficit de 15 millones de euros desde 2019 y el Gobierno no está haciendo nada para corregirlo”, señaló Macías, advirtiendo que la falta de inversión afecta a “las instalaciones, los programas, la contratación de personal y, en definitiva, a la calidad de la enseñanza pública en nuestra región”.

El diputado de IU también puso el foco en la contradicción del ejecutivo de María Guardiola: “Es incomprensible que la presidenta de la Junta diga que los extremeños han ahorrado 120 millones de euros en impuestos y, al mismo tiempo, no se puedan destinar 15 millones a acabar con el déficit de la Universidad de Extremadura. No es de recibo”.

El peligro de la privatización: ¿una universidad pública condenada a la precariedad?

Mientras la universidad pública extremeña se enfrenta a una situación financiera límite, la Junta de Extremadura abre la puerta a la llegada de universidades privadas. Para Macías, esto supone una amenaza directa a la educación pública y un paso más en el desmantelamiento de los servicios esenciales de la región.

La universidad pública está en estado crítico y, en lugar de reforzarla, se la somete a un estrés y a una competición desigual con universidades privadas que solo vienen a hacer negocio”, denunció.

Lejos de preocuparse por la grave situación de la UEx, la directora general de Universidades, Esther Muñoz, trató de justificar la entrada de entidades privadas en Extremadura afirmando que “no hay que tener miedo a las universidades privadas” y que su llegada “enriquecerá la oferta académica de la región”.

Para Macías, esta postura es inaceptable: “No estamos hablando de complementariedad, sino de parasitismo. Igual que ocurre con la sanidad, las universidades privadas no suman, sino que compiten con la pública y la debilitan. Y el Gobierno de Extremadura está facilitando que esto ocurra”.

¿Por qué la Junta prefiere favorecer el negocio privado en lugar de fortalecer lo público?

El modelo de universidad pública ha sido un motor clave para el desarrollo social y económico de Extremadura, permitiendo que miles de estudiantes accedan a estudios superiores sin tener que abandonar la región. Sin embargo, la estrategia del PP y Vox en la Junta de Extremadura apunta a un desmantelamiento progresivo de la universidad pública en favor de la privada, siguiendo la misma lógica que ya han aplicado en la sanidad o en la educación secundaria.

Macías lo tiene claro: “La Junta tiene que decidir qué modelo de educación superior quiere para Extremadura. Nosotros lo tenemos claro: vamos a seguir peleando por la universidad pública, porque es esencial para el futuro de nuestra tierra”.

Mientras tanto, la Universidad de Extremadura sigue sin los recursos que necesita para garantizar su viabilidad. La falta de financiación, el incumplimiento de la ley de financiación universitaria y la llegada de universidades privadas con ánimo de lucro amenazan con agravar aún más la precarización del sistema universitario extremeño.

¿Se trata de una cuestión de falta de recursos o de una decisión política que busca debilitar lo público para beneficiar a unos pocos? La respuesta parece cada vez más evidente.

Contenido relacionado

Botón volver arriba